martes, septiembre 16, 2008
Soñar difícilmente concuerda con ver.
Quien sueña con demasiada libertad
pierde la mirada, quien dibuja
demasiado bien lo que ve, pierde
los sueños de la profundidad.
Gastón Bachelard.
Quien sueña con demasiada libertad
pierde la mirada, quien dibuja
demasiado bien lo que ve, pierde
los sueños de la profundidad.
Gastón Bachelard.
Tengo un amigo, que en una hoja en blanco ve un dibujo clarísimo en su mente, y comienza a ejecutarlo. Hace una línea informe, para mí, y de ella nace una figura sorprendente. Como quisiera dibujar así. Yo encuentro las formas de un dibujo en los objetos, una simple baldosa puede darme la impresión de ver allí unos labios, o la figura de un hombre con sombrero. Puedo intuir que esos labios esperan un beso, o que el señor está bajo la lluvia, y los remedo en mi diario. A veces este dibujo desaparece, y el juego consiste en buscar la forma de este señor en las baldosas del baño. A veces buscando los labios, estos se transforman en una risa, y me asusto. Dos pares de labios conviviendo en una baldosa. Pero entonces la risa no me gusta, y prefiero los labios de la mujer esperando el beso de su amor, suena cursi, pero en la pared del baño es bello. Solía vivir en un antiguo caserón, donde las manchas de humedad de las paredes dibujaban situaciones sin igual. Conciliaba el sueño buscando, en la penumbra, otras maneras de interpretar una nube. Y no estoy haciendo trampa. Estos dibujos vienen de mi interior, aunque se encuentren en la pared. En ocasiones he creído poder predecir el futuro según estos borrones. Muchas veces he pretendido ser un boceto.
0 Comments:
Post a Comment