::Fotografía::

viernes, abril 09, 2010

Sergei Rachmaninov en la finca Ivanovka Tambov, Rusia, 23 de Septiembre de 1909, mientras componía la partitura del Piano Concerto Nº 3 Opus 30...

¿Algo más para decir?


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::Ed::

formspring.me

jueves, febrero 25, 2010

Bueeeeeeno... para aumentar la cantidad de ocio y adicciones, pasen a preguntar http://formspring.me/Sirena2903

:: Cielo Negro ::

jueves, febrero 11, 2010


Hoy quise mirar al cielo.

Un susurro liviano,
se cicatrizaba dolorosamente,
en los protegidos aposentos de la memoria

Un límite celeste,
se esmeraba en convencerme,
de que todos los segundos
(que han pasado)
ahora pertenecen a un espacio inerte,
sin dudas,
y carente de toda realidad

Quise detenerme…

Como los segundos que pasan y pasan,
(en fila recta)
para nacer y morir,
sin motivo alguno.

La comprensión del todo,
supo hacer bien su estúpido trabajo.

Y es que,
los segundos,
no son más que meros servidores,
de la utópica pronunciación,
de las palabras en mi cabeza.

Incorrectas meditaciones sobre lo concreto,
y lo divino.

Extasiadas experiencias que nunca bastan,
para detenernos.

Meticulosas explicaciones, que aparecen como la maleza.

Fundamentos para todo,
que nacen de la nada misma,
de la imaginación,
de la ostentosa construcción de artilugios,
que harán de nuestra vivencia,
una bonita estancia,
a la cual no fuimos invitados,
y de la cual no queremos irnos.

Hoy quise mirar al cielo…

Y al hacerlo,
me di cuenta
de que el polvo de la estética,
es tan insípido,
tanto en los que dibujan con lápices de oro,
como en los que quieren aprehenderse del pueblo,
como moluscas cucarachas.

Reacciones transversales,
que dan paso a la coyuntura lateral,
de las falacias.

Jeroglíficos tan hermosos,
que hasta convocan súbditos
(inubicables)
en sus espejos.

Metafóricas promesas
con aliento de día domingo.

Peregrinas proliferaciones de la misma mierda,
de todos los siglos,
siguen llenando líneas y líneas,
para seguir construyendo las mismas weas de siempre:

Historia que nos define,
que nos convoca,
que nos enseña de tiempos pasados,
de ricos y pobres,
de guerras y más guerras,
de traición y muerte,

Como si la vida se tratase
de un montón de narraciones,
(extraordinarias)
adornadas con el mejor de los lenguajes:

el más rudo,
el más dulce,
es más ingenioso,
el más radical,
el más ambicioso,
el más poético,
el que más se acerca a la gente,
el que habla como el pueblo,
el que comulga con y para todos,
el que se cuelga en la pared,
el que se contorsiona en múltiples vocablos,
tan exquisitos,
que dan ganas de agarrarlo a besos,
con la boca llena de gusanos.


Hoy quise y miré al cielo

Por un segundo…

Pero prefiero hacer cuenta,
de que es sólo un mero reflejo
del sol
en contraste con la tierra.

:: Hacer de Tripas Corazón ::

lunes, octubre 26, 2009


Desarraigar la cabeza.

Comerse el pelo de tonto que nos gobierna.

Caminar en el mojado desierto del universo tan lejano

Desorbitar los dientes, para destemplar al más preciado de nuestros ojos.

Oscurecer la albina aurora de la conciencia, domesticando la flemática pronunciación de los azarosos sentimientos,
que no son más que eso:

Ordenadas emociones que caminan directo al olvido glorioso de la muerte.

Borrar el epitafio que se vive a diario, para desaparecer sin memoria.

Meditar cada segundo,
(incluso el meditado).

Saborear el hambre, masticar el viento, comerse la barriga, enviar al destierro a nuestros más preciados ideales.

Desnudarse…

Confesarse con todo el mundo, para que nos acompañemos, en la azarosa misión de identificarnos como perfectos desconocidos.

Besar apasionadamente nuestros labios, para así degustar nuestra insípida saliva.

Lamer nuestras más molestas llagas, con la punta de los pies,
para gemir,
en silencio…

Escribir a viva letra toda la ira contenida,
esa que ha sido recibida como un regalo macabro,
confeccionado por aquellos arlequines,
que se presentan como meras conexiones que nos arrastran,
a la marea inagotable de los vectores,
que se dibujan en los hilos titiriteros,
de todos los días,
que han de venir.

Allanar todos los momentos que vivimos en completa soledad,
para hacernos una real idea,
de por qué cresta queremos estar aquí.

Prenderle velitas al fuego de nuestra pasión,
elevando plegarias,
para que el alma se mantenga en pie.

Llenar nuestra cama con todos los cuerpos sudorosos que devoran el mundo,
beber todo el líquido accionar de nuestras lágrimas,
para transformarlas en secretos anhelos,
que no se dignan en aparecer.

Creer todas las mentiras del mundo,
para transformarlas en legítima esperanza.

Querer toda la verdad,
para no saber qué hacer con ella.

Evangelizar todo fenómeno, bautizándolos con aquellos sobrenombres que aprendimos cuando niños.

Y ¿para qué?

Si el temor, la venganza, la rudeza, la compleja adolescencia, la valentía, la vejez, el pudor, la piedad o el compromiso, son simples vocablos que suenan tan indiferentes cuando vivimos en esta maldita plaga,
que forzadamente le llamamos madurez.

Quizás un sicólogo encuentre moldes para el comportamiento,
dando tibias recetas de perdón,
que debemos aplicarnos como remedio para los callos.

Recetas que tendrán:
sal de sobra,
lindos dibujitos en el rostro,
dulces palabras que deben ser recitadas de memoria,
porque si uno llama a los sensacionales momentos de felicidad,
ellos deben obligatoriamente aparecer,
como correctos funcionarios del placer.

A mí me parece una linda falacia.

A usted ¿no?

Sonoras distracciones que aparecen por todas partes,
siguen secuestrando el motivo,
por el cual estamos aquí

Y es que…no hay motivo

Así de simple

No hay motivo…y ¿qué?

El motivo, el motivo, el motivo, el sentido, el sentido,

El puto sentido…

El hombre es un creador dijo Víctor Jara.

¡¡¡ Un creador!!!

¡¡¡No un especulador de miserias!!!

Más allá del bien y el mal, encontraremos a los dioses, comiéndose su pena.

Pero la sociedad está mucho más allá del bien y el mal, mucho más allá de los dioses que nos abandonaron.

Basta con mirar el horizonte de nuestra propia nariz.
Basta con preguntarnos el nombre de todos los vecinos del mundo.
Basta con admirar la indomable naturaleza sincrética, que une nuestro lenguaje con la existencia.
Basta con darnos cuenta lo poco que puede envasar nuestra soberana gana.

Y es que,
lo que más falta son las ganas.

Es mejor olvidarnos de nuestra insolencia.

Es mejor olvidarnos del olvido.

Es mejor renunciar a las incorrectas definiciones de todos los tiempos,
para buscar el rastro de lo que nos falta.

Es mejor delegarle la responsabilidad al sol,
para que cuando se expanda,
sea el perfecto sacerdote
que expiará todas nuestras culpas
y errores no forzados.

La vida es una mezcla de orgasmos deliciosos y culpables.

La muerte nace y muere con la vida y sus pusilánimes misterios.

Y a quién le importa

Si como dijo el rey lagarto: “Nadie sale vivo de esta historia”.

Demos vuelta la página.

Volvamos al inicio.

Esbocemos una mueca ante tanta arrogancia,

Pero, por favor, reconozca que al menos,
algo de atención puso a este pobre manifiesto,
que no convence ni a su propio autor.

Coito ergo sum

jueves, agosto 27, 2009


Migraña santa,
que palpita la sonrisa del sueño
en los juegos tiranos de la bondad,
¡me adueño del sentimiento!
que emana del amor, la vida y la verdad

Camino hacia adelante
despacio, cansancio...
¡extranjero! quimera inmigrante

De luz y emoción
se visten tus ojos...
¡canta ilusión, canta!
a las sirenas del mar de mi pasión

Sentir, palpar,
siquiera un momento!
cual apolíneo pensar
"coito ergo sum"
y después hablar
¿del sentimiento?

No hay nada para nadie,
yo no te miento...

Caracas,
08/03/2003

Título nacido de la cabeza del amigo Jorge
Descartes, gracias!

::Requiebre::

martes, agosto 11, 2009


Es cuestión de incomodidad, de inconformidades, pasan las horas ¡Y este reloj juega con mi psiquis al desgastar su pila! tangoneando el segundero hacia arriba, con tan poca fuerza, con tan poca voluntad.

En cuestión de presiones, de ahogamiento, pasan los días ¡Y este agotamiento se sacia de mi todo para dejarme tendido en una cama! Bamboleando mis sueños, con tan poca gracias, con tan triste realidad.
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::Ed::